Cuando el 2 de diciembre de 1943, unos cazas de la Luftwaffe sobrevolaron unos buques estadounidenses cerca de Bari (Italia) y los bombardearon, sucedió lo que nadie podía imaginar, uno de los barcos de la flota (el John Harvey) llevaba en su interior 70 toneladas de gas mostaza de forma secreta.
Pronto, los habitantes de la zona comenzaron a quejarse de un cierto olor a «ajo quemado». A lo largo de varias semanas, unas mil personas murieron, entre militares y civiles. Viajaron a la zona forenses aliados para practicar autopsias a aquellas personas que habían sobrevivido al bombardeo, pero que habían sucumbido semanas después.
Los forenses encontraron una curioso hecho en los fallecidos: no había ni un solo globulo blanco en su sangre. Ese extraño gas, había sido increíblemente específico a la hora de «atacar» la médula ósea. Los profesores Goodman y Gilman de la universidad de Yale quedaron fascinados por esta capacidad de diezmar los glóbulos blancos del gas mostaza y decidieron probarlo -por primera vez- en una persona con exceso de ellos en 1942, un neoyorkino de 48 años con un linfoma recibió una serie de dosis de la mostaza nitrogenada y su enfermedad remitió. Goodman y Gilman tuvieron que esperar al final de la guerra para publicar sus hallazgos (Goodman et al. 1946)
Bibliografía
GOODMAN, L. S., & WINTROBE, M. M. (1946). Nitrogen mustard therapy; use of methyl-bis (beta-chloroethyl) amine hydrochloride and tris (beta-chloroethyl) amine hydrochloride for Hodgkin’s disease, lymphosarcoma, leukemia and certain allied and miscellaneous disorders. Journal of the American Medical Association, 132, 126–132. https://doi.org/10.1001/jama.1946.02870380008004
https://www.jameslindlibrary.org/wp-data/uploads/2012/01/Goodman_Wintrobe_Dameshek_Goodman_Gilman_McLennan_1946.pdf
El emperador de todos los males: una biografía del cáncer (Siddhartha Mukherjee) Capítulo: Envenando la atmósfera.