Entre los antibióticos de primera línea del tratamiento de la tuberculosis se encuentra la Rifampicina, un antibiótico bactericida que se une a la ARN polimerasa, evitando así que al bacilo de la tuberculosis pueda producir ARN.
El nombre de este tratamiento no corresponde con una terminación científica, su origen es una curiosa historia.
Jules Dassis era un renombrado director de Hollywood hasta que fue incluido en la “lista negra” de actividades antiamericanas de Joseph McCarthy, por lo que tuvo que huir de los Estados Unidos para instalarse en Francia. Lejos de amilanarse por este hecho, dirigió varias películas de gran éxito en este país, una de las cuáles se convirtió en un clásico del cine negro: Rififi.
Basada en un libro de escaso éxito con el mismo nombre, Rififi en francés se puede traducir como “camorra” o “pelea”, con un origen etimológico compartido con palabras como “rifle”.
En 1957 -apenas un par de años después del éxito de Rififi- un italiano, Piero Sensi y su equipo consiguieron aislar en Milán un antibiótico a partir de una bacteria obtenida en la costa azul francesa. Dado que ese mismo año Jules Dassis había obtenido en Cannes el premio al mejor director, decidieron llamar a la familia de antibióticos “Rifamixinas”.